Proyecto GloBallast
La introducción de especies invasoras se considera una de las mayores amenazas para los océanos en el mundo y puede causar impactos extremadamente severos al ambiente, la economía y la salud. El agua de lastre de los buques ha sido identificada una de las vías de introducción de especies exógenas más importantes. Cuando los barcos navegan a media capacidad de carga necesitan lastre para tener una navegación estable y segura, por eso requieren tomar agua que almacenan en tanques que posteriormente es vertida en puerto cuando el barco es cargado, lo que puede ocurrir a miles de kilómetros de distancia o en otro continente.
Para abordar este problema, la Organización Marítima Internacional OMI, entidad responsable a nivel mundial de la seguridad marítima, creó el Programa Global de Manejo de Aguas de Lastre, conocido como Globallast. Desde 2006 se viene implementando el proyecto OMI/PNUD/GEF "Construyendo Asociaciones para Asistir a los Países en Vías de Desarrollo a Reducir la Transferencia de Organismos Acuáticos Dañinos en Aguas de Lastre de los Buques" (GloBallast Partnership), con miras a la implementación de medidas que tiendan a prevenir el problema a escala global.
El principal objetivo de este programa es ayudar a los países y/o regiones particularmente vulnerables a expedir reformas legales y políticas para alcanzar los objetivos de la Convención Internacional para el Control y Manejo del Aguas de Lastre de los Buques y Sedimentos, adoptada por IMO en febrero de 2004. El fortalecimiento institucional a través de la construcción de capacidades y de la cooperación técnica de programas como el GloBallast es vital para proteger a los Estados vulnerables y con creciente riesgo de la bio-invasión acuática.
El proyecto es coordinado a nivel regional por CPPS e incluye además a Argentina, a través de las autoridades marítimas de los seis países. De acuerdo a su nivel de compromiso con el proyecto, los países se identifican como líderes (Argentina, Chile y Colombia) o socios (Ecuador, Panamá y Perú).
A través de este proyecto, docenas de funcionarios de han capacitado en temas tales como gestión de aguas de lastre a bordo, línea base biológica de puerto, toma de muestras, entre otros. Además se han realizado consultorías legales, económicas y biológicas. Los países han desarrollado e implementado una estrategia regional que aterriza en estrategias nacionales para una plena implementación de las directrices de OMI.
Sept 8, 2016
Entra en vigencia el Convenio Internacional para el Control y la Gestión del Agua de Lastre y los Sedimentos de los Buques (Convenio BWM) ante la Organización Marítima Internacional (OMI).
Este 8 de Septiembre de 2016, Finlandia ratificó el Convenio Internacional para el Control y la Gestión del Agua de Lastre y los Sedimentos de los Buques (Convenio BWM) ante la Organización Marítima Internacional (OMI).
Con la adhesión de Finlandia este Convenio entrará en vigor el 8 de septiembre de 2017, lo que permite la adopción de todas las directrices prescritas para la implantación del mismo. Bajo estos términos se exige a las empresas navieras implementar planes de gestión (eliminación, neutralización, entre otros) e implantación de tecnologías modernas para el tratamiento del agua de lastre en sus buques, así como llevar un libro registro del agua de lastre.
El Convenio BWM fue adoptado en el 2004 durante la conferencia celebrada en la sede de la OMI, tiene como objeto evitar la propagación de organismos acuáticos perjudiciales de una región a otra, estableciendo normas y procedimientos para la gestión y el control del agua de lastre y los sedimentos de los buques. Para entrar en vigor, el Convenio requería la adhesión de un mínimo de 30 Estados.
La entrada en vigor de este Convenio presenta desafíos a los países producto de las nuevas disposiciones que regirán el transporte marítimo internacional en relación con la disminución del riesgo de la introducción de especies acuáticas invasivas a nuevos ecosistemas a través del agua de lastre y sedimentos, una problemática mundial que ha causado estragos a la biodiversidad marina y que produce grandes daños ambientales, sociales y económicos.
La Comisión Permanente del Pacífico Sur (CPPS) ha venido trabajando desde el 2009 con los países de la región (Chile, Colombia, Ecuador, Panamá y Perú), y con la participación de Argentina, en el Proyecto OMI/PNUD/GEF "Construyendo Asociaciones para Asistir a los Países en Vías de Desarrollo a Reducir la Transferencia de Organismos Acuáticos Dañinos en Aguas de Lastre de los Buques" (GloBallast Partnership), con el fin de poder ayudar a la región mediante el fortalecimiento institucional a través de la construcción de capacidades y de la cooperación técnica para que puedan alcanzar los objetivos del Convenio BWM.
La CPPS se congratula por la consecución de este hito para la conservación de la biodiversidad marina y reitera su compromiso de seguir apoyando a los países de la región para la implementación de este importante instrumento marítimo.